La sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, sec.
1ª, de 19 de julio de 2021, nº 544/2021, rec. 5677/2018, declara la existencia
de legitimación pasiva de la compañía de asistencia sanitaria para responder de
los daños causados en un parto por negligencia médica por los profesionales de
su cuadro médico.
El asegurador no es un
mero oferente de cuadros médicos y hospitalarios, sino que asume directamente
la prestación de servicios médicos y quirúrgicos y la calidad del servicio,
desde el momento en que ofrece su cuadro médico como instrumento de captación
de la clientela bajo la apariencia y garantía de un servicio sanitario atendido
por la propia entidad.
El artículo 105 de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, establece que:
"Cuando el riesgo asegurado sea la enfermedad, el asegurador podrá obligarse, dentro de los límites de la póliza, en caso de siniestro, al pago de ciertas sumas y de los gastos de asistencia médica y farmacéutica. Si el asegurador asume directamente la prestación de los servicios médicos y quirúrgicos, la realización de tales servicios se efectuará dentro de los límites y condiciones que las disposiciones reglamentarias determinan".
1º) Antecedentes.
Doña Eugenia, en nombre y representación de su hijo menor, José, interpuso demanda contra Sanitas, en reclamación de una indemnización por los daños sufridos por su hijo como consecuencia del parto, debido a una mala praxis médica.
La sentencia de primera instancia desestimó la demanda, al entender que la aseguradora se limita a poner a disposición de los clientes los centros médicos y el cuadro de especialistas, entre los que pueden elegir libremente.
Contra dicha resolución se interpone recurso de apelación por la parte
demandante, que es desestimado por la sentencia de la Audiencia Provincial de
Alicante que ahora se recurre. Confirma que la demandada carece de legitimación
pasiva, puesto que no presta asistencia médica, sino que pone a disposición de
sus asegurados un conjunto de instalaciones y medios, tanto técnicos como
humanos, que conforman un listado de facultativos y centros, dentro de los que
aquellos pueden elegir libremente, asumiendo la aseguradora directamente su
coste a cambio de una prima.
2º) Doctrina del Tribunal Supremo. Legitimación pasiva de la aseguradora de asistencia sanitaria.
Entiende la parte recurrente que concurre legitimación pasiva en la aseguradora de asistencia sanitaria, de acuerdo con la jurisprudencia de esta sala, dado que garantiza el servicio médico y hospitalario y la calidad del servicio, conforme establece el art. 105 de la LCS.
La sentencia del Tribunal Supremo nº 64/2018, de 6 de febrero, declaró:
"El segundo tiene que ver con el criterio de imputación de responsabilidad a la aseguradora, que no ha sido cuestionado. La jurisprudencia de la Sala de lo Civil del TS no imputa automáticamente responsabilidad a las entidades aseguradoras de la asistencia médica, como se ha sostenido por alguna doctrina. La sentencia del TS nº 1242/2007, de 4 de diciembre, establece las bases o criterios doctrinales que se han ido reiterando en posteriores sentencias y que no son más que la concreción de los criterios con que ha sido reconocida o rechazada, alternativa o combinadamente, en la jurisprudencia de esta sala, "en atención a las circunstancias de cada caso".
"Lo que se dice tiene relación con un aspecto indudablemente controvertido en la doctrina y en la solución de algunas Audiencias Provinciales sobre la delimitación del contenido de la prestación de la aseguradora: si el objeto del seguro de asistencia sanitaria se extiende a asegurar el daño cuya causa es la mala práctica profesional médica o si esa asunción directa del servicio, a que se refiere el artículo 105 de la LCS, se limita a la actividad de organización, financiación y provisión, pero no al acto médico, cumpliendo la aseguradora con contratar a profesionales con la titulación y conocimientos necesarios para el ejercicio de la profesión médico sanitaria, y poner a cargo de estos profesionales la salud del paciente, y todo ello en atención a la forma en que se prestan estos servicios sanitarios, y el control que sobre los mismos tiene la aseguradora, teniendo en cuenta que el artículo 105 de la Ley de Contrato de Seguro establece como característica del seguro de asistencia sanitaria, frente al seguro de enfermedad o de reembolso, la circunstancia de que "el asegurador asume directamente la prestación de servicios médicos y quirúrgicos".
"Se podrá discutir, como se razona en las sentencias del TS nº 438/2009, de 4 de junio y nº 948/2011, de 16 de enero, si sería necesaria una mejor delimitación de los artículos 105 y 106 de la LCS, que estableciera el alcance de las respectivas obligaciones de las partes y su posición frente a los errores médicos y hospitalarios, pero lo cierto es que en su redacción actual no permite otros criterios de aplicación que los que resultan de una reiterada jurisprudencia de esta sala sobre el contenido y alcance de la norma y la responsabilidad que asumen las aseguradoras con ocasión de la defectuosa ejecución de las prestaciones sanitarias por los centros o profesionales, como auxiliares de las mismas en el ámbito de la prestación contractualmente convenida, en unos momentos en que la garantía y calidad de los servicios mediante sus cuadros médicos se oferta como instrumento de captación de la clientela bajo la apariencia y la garantía de un servicio sanitario atendido por la propia entidad".
3º) Conclusión.
De esta doctrina jurisprudencial se infiere que en la sentencia recurrida de la AP de Alicante se ha incurrido en infracción de la doctrina jurisprudencial en la interpretación del art. 105 de la LCS, cuando en la sentencia de apelación se niega la legitimación pasiva de la aseguradora, al entender que ninguna influencia tiene la aseguradora en la prestación de los servicios médicos y hospitalarios.
Es más, del propio contrato que firma la aseguradora con el centro hospitalario consta que la ahora demandada se reserva la inspección de los niveles de calidad, implantación de protocolos o guías de práctica clínica, y el centro hospitalario se compromete a implementar los procesos de mejora implantados por Sanitas.
Es decir, la aseguradora no es una mera oferente de cuadros médicos y
hospitalarios, por lo que concurre legitimación pasiva, en principio, lo que
provoca la estimación del recurso de casación (sentencia del TS nº 480/2013, de
19 de julio), procediendo la devolución de los autos a la sala de apelación,
para que una vez establecida por esta sala, en abstracto, la legitimación
pasiva, resuelva el resto de las cuestiones planteadas, tal y como se solicitó
en el suplico del recurso de casación.
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